La enfermedad de Parkinson se conoce principalmente como un trastorno que afecta el movimiento. Sin embargo, para algunas personas con enfermedad de Parkinson (PWP), existen otros síntomas incapacitantes de la enfermedad. Hacer frente a la demencia, incluidas las dificultades con la memoria y la lentitud para pensar o comunicarse, es un desafío tanto para las personas con Parkinson como para sus cuidadores. Reconocer las señales y diseñar estrategias para afrontarlo podría incrementar el nivel de funcionalidad de estas personas así como su autoestima.
Entonces, aunque el tema de este artículo ciertamente no concierne a todos nuestros lectores, esperamos que pueda ser útil para quienes enfrentan estos síntomas ahora o en el futuro, así como para quienes se dedican a su cuidado.
Inicialmente, es importante comprender que los lapsos de memoria, la confusión y la comunicación lenta pueden ser causados por una variedad de problemas como el estrés, los medicamentos o la depresión. Por lo tanto, los pacientes que experimentan tales problemas deben tratar de discutirlos con sus médicos antes de sacar conclusiones precipitadas sobre sus dificultades de pensamiento.
Cuando hablamos de demencia, solemos pensar en la enfermedad de Alzheimer, en la que las personas experimentan problemas con la memoria, pero también pueden tener trastornos como dificultades en el habla o problemas para planificar y realizar las tareas diarias. De hecho, la demencia en personas con Parkinson puede deberse a la coexistencia de la enfermedad de Alzheimer. Sin embargo, la demencia en el Parkinson puede adoptar una forma ligeramente diferente y, a menudo, se presenta como un conjunto de desafíos completamente diferente.
Además de volverse olvidadizos, las personas pueden encontrar que sus procesos de pensamiento son más lentos y pueden tardar mucho en responder una pregunta. Puede haber dificultad para concentrarse y una particular falta de impulso o iniciativa, lo que lleva a los cuidadores a quejarse de pasividad en las personas con Parkinson. El procesamiento visuoespacial también puede verse disminuido, lo que podría provocar dificultades con las tareas diarias como conducir, vestirse o incluso insertar un audífono en el oído.
Una parte importante de cualquier conversación con su médico es evaluar primero cómo los medicamentos pueden contribuir a sus síntomas y tomar medidas para simplificar su régimen de tratamiento eliminando medicamentos que podrían empeorar las dificultades de pensamiento, como los anticolinérgicos o los sedantes. Además, las personas con Parkinson y demencia pueden ser particularmente propensas a sufrir confusión y alucinaciones como efecto secundario de los medicamentos utilizados para tratar la enfermedad.
En segundo lugar, es importante distinguir la demencia de la depresión. A veces, la depresión puede provocar reacciones lentas y problemas de concentración, o una tendencia a olvidarse, pero si se reconoce a tiempo, responde al tratamiento.
En tercer lugar, actualmente existe una variedad de opciones de tratamiento que pueden mejorar la memoria y las habilidades cognitivas generales, que puede consultar con su médico.
Es importante mencionar que hay una serie de cambios que se pueden realizar para ayudar a las personas con Parkinson a afrontar estas dificultades. Mantener una vida sencilla es la mejor manera de garantizar que la persona pueda continuar participando en sus actividades normales lo más plenamente posible y mantener cierto grado de independencia durante el mayor tiempo posible.
Por ejemplo, para ayudar a superar el pensamiento lento, en lugar de comunicarse a una velocidad "normal", intente hacer contacto visual y hablar más despacio para asegurarse de que la persona con Parkinson pueda procesar todo lo que usted dice. Deje suficiente tiempo para la respuesta y evite interrumpir o terminar las oraciones de la persona. Trate de no hacer preguntas abiertas como "¿qué te gustaría desayunar?" En su lugar, ofrezca ejemplos y opciones con preguntas cerradas como "¿quieres café?" Las respuestas “sí” o “no” son fáciles de comunicar, ya sea verbalmente o asintiendo con la cabeza. Un entorno hogareño simplificado puede reducir el riesgo de confusión. Una forma de hacerlo es eliminar el desorden acumulado y los muebles innecesarios o los utensilios y electrodomésticos de cocina que se utilizan con poca frecuencia. Otra es eliminar elementos que no desea que utilice la persona con Parkinson.
Esto incluye licuadoras, procesadores de alimentos y cuchillos afilados en la cocina, escaleras y escaleras, y herramientas en el garaje o sótano. Los medicamentos se pueden guardar bajo llave si existe el riesgo de que la persona con Parkinson se confunda con las dosis.
Todos sabemos la importancia de mantener un régimen de ejercicio regular. Asimismo, los ejercicios y actividades mentales son importantes para mantener la agilidad mental. Los ejercicios pueden incluir hacer crucigramas o rompecabezas, jugar juegos de cartas, leer o escuchar música, llevar un diario (que también puede ayudar a la memoria cuando se revisa) y continuar con sus pasatiempos favoritos.
También se puede incorporar actividad física, por ejemplo, ejercicios al ritmo de la música o el baile. Nuevamente, es importante tener en cuenta que estas tareas pueden tardar mucho más en completarse y la paciencia es la palabra clave aquí.
Para los pacientes que pueden tener dificultades para recordar la secuencia de pasos a seguir para realizar una tarea en particular, es útil enumerar en letras grandes o demostrar cada paso para que la persona con Parkinson pueda imitarlos y seguirlos. Una lista de “cosas por hacer” podría resultar muy útil. Por ejemplo, por la mañana coloque una lista en el baño que, según las capacidades y limitaciones del paciente, puede incluir:
RUTINA DE LA MAÑANA
1. Cepilla tu cabello
2. Cepilla tus dientes
3.Usa el baño
4. Lávate las manos
5.Apaga la luz al salir.
Cada paso de la lista debe ser tan simple y claro como sea necesario. Recuerde que es posible que estas listas deban ser más detalladas con el tiempo. Realizar las actividades de la vida diaria en el mismo orden todos los días proporciona estructura y minimiza la confusión.
Colocar un calendario grande en un lugar común (como la cocina o al lado de la cama), marcando las citas o eventos de cada día, es otra forma de ayudar a las personas con Parkinson a ser más independientes. Esto podría revisarse diariamente junto con una lista de tareas para el día.
Otro aspecto importante a tener en cuenta es el acto de vestirse. El mensaje aquí es mantenerlo lo más simple posible. Haga que la persona con Parkinson use ropa que sea fácil de poner y quitar, con cremalleras o solo unos pocos botones en la parte delantera o cierres de velcro. Acomoda o apila la ropa en el orden en que se debe poner, empezando por la ropa interior y los calcetines. Si el paciente insiste en usar lo mismo día tras día, compre varias prendas idénticas para poder proporcionarle ropa limpia sin tener que lavarla todas las noches.
Coloque carteles en las puertas utilizando imágenes o palabras clave. Por ejemplo, cuando escriba la palabra "baño", coloque una foto de un inodoro en la puerta o una foto de una cama, junto con la palabra "dormitorio" en la puerta del dormitorio.
Si experimenta confusión mental y alucinaciones, una habitación oscura podría provocar todo tipo de imágenes aterradoras. En consecuencia, deberías considerar instalar luces nocturnas que se enciendan automáticamente cuando hay cierto grado de oscuridad. De esta forma, la persona con Parkinson nunca tendrá que entrar en una habitación completamente a oscuras.
Puede eliminar gran parte de la frustración de la vida diaria del paciente con dificultades en el procesamiento del pensamiento manteniendo las tareas y las preguntas simples y previniendo situaciones con las que una persona confundida podría tener problemas. Igualmente importante es que esto permite a la persona con Parkinson continuar funcionando y manejando partes de su propia vida, lo que puede aliviar las responsabilidades del cuidador y al mismo tiempo brindarle a la persona con Parkinson una sensación de logro y participación en el hogar. y en los asuntos cotidianos.
Es importante reiterar que no todas las personas con Parkinson tienen problemas de memoria, pensamiento lento y confusión, ya que la demencia no viene automáticamente con la enfermedad. Pero estos problemas pueden coexistir con el Parkinson y creemos que la mejor estrategia es estar preparados.
10 consejos para gestionar la comunicación y el pensamiento lentos
(1) Disminuya conscientemente su discurso para asegurarse de que la persona con Parkinson pueda procesar todo lo que usted dice y déle suficiente tiempo para responder.
(2) Evite sobrecargar el procesamiento de la memoria haciendo preguntas cerradas que inviten a una respuesta de “sí” o “no”.
(3)Organizar actividades diarias para mantener la mente activa, como escuchar música o leer.
(4) Utilice una lista de "cosas por hacer" para las tareas diarias para que el paciente pueda realizar cada tarea en un orden específico.
(5)Coloque un calendario grande en un lugar común con citas y eventos anotados para cada día.
(6) Proporcionar ropa que sea fácil de poner y quitar o que tenga cierres de velcro, disponiéndolas en el orden en que deben ponerse.
(7)Hacer anuncios utilizando fotografías u objetos en lugar de palabras y publicarlos en las puertas de las salas correspondientes.
(8) Los suministros médicos pueden guardarse bajo llave si existe peligro de confusión.
(9) Tener una pulsera o cadena de identificación médica que contenga el nombre, número de teléfono y diagnóstico del paciente.
(10) Utilice luces nocturnas si la persona con Parkinson tiene confusión y alucinaciones para asegurarse de que no tenga que entrar en una habitación oscura.
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